¿A qué color sabe tu café?

¿A qué color sabe tu café?

¿Alguna vez te has preguntado por qué reaccionas de ciertas maneras ante sabores, colores o sonidos?

 

Esto tiene que ver con cómo nuestro cerebro almacena información sensorial y la asocia con nuestras experiencias. Por ejemplo, si ves a alguien comiendo un caramelo ácido con chile, probablemente tengas una reacción involuntaria, como salivar.

 

Esto sucede porque tu cerebro recuerda cómo se siente probar algo así. Esta “memoria sensorial” nos permite conectar sentidos con emociones y experiencias de manera automática.

 

Ahora, pensemos en algo diferente. ¿Qué sabor tendría el color amarillo? ¿Sería ácido o dulce? ¿Y el color café, sería salado o amargo?

 

Tal vez asociaste el amarillo con algo ácido y el café con algo amargo. Esto no es casualidad; tu respuesta está conectada con tus propias experiencias sensoriales y la manera en que has almacenado esa información a lo largo de tu vida.

 

Intentémoslo con formas. ¿Qué sensación te transmite un triángulo? ¿Podría ser ácido y de textura áspera? ¿Y un círculo? Tal vez lo imaginas suave o incluso cremoso.

 

En mi caso, asocio el triángulo con algo ácido porque me recuerda la chispeante sensación de un limón en la boca, mientras que su forma puntiaguda me evoca una textura áspera.

 

Estas asociaciones no son casuales; son una herramienta poderosa que utilizo para descifrar de manera más sencilla las experiencias sensoriales en el café. Colores, formas, incluso personalidades, me ayudan a interpretar lo que estoy probando.

 

Aplicando la sinestesia como una herramienta de aprendizaje en el café:

Este ejercicio de asociar colores y formas es algo que aplico directamente en mis catas.

 

Recuerdo una tarde catando con mi equipo mientras nos preparábamos para el Mundial del 2022. Mi presentación en el mundial se basaba en la sinestesia (intencional), es decir, crear conexiones asociativas con la finalidad de utilizarlo como una herramienta de enseñanza y aprendizaje.

 

Comenzamos a aplicarlo en nuestras catas para explorar perfiles de sabor de una manera diferente. Había un café funky que, en caliente, era agradable y me recordaba a una soda de guaraná que tomaba de niña, pero cuando enfriaba se volvía complicado de beber.

 

Decidimos asignarle una personalidad: era como un niño de 7 a 11 años, inquieto, egoísta y con ganas de llamar la atención.

 

En contraste, un Gesha Honey dentro de las muestras tenía una personalidad completamente diferente. Era una joven adulta, elegante y segura de sí misma, con notas dulces y florales. Otro, un Gesha Natural, era más complejo: sin género, elegante e interesante, pero tímido.

 

Estas conexiones no solo hacían las catas más dinámicas, sino que permitían comprender mejor cómo cada sentido influye en la percepción del sabor. Así, un café funky puede ser más que un perfil; se convierte en una experiencia multisensorial que queda grabada en la memoria.

¿Qué es la sinestesia?

La sinestesia, definida como la interconexión involuntaria de los sentidos, ha sido objeto de estudio en relación con su potencial para enriquecer el aprendizaje sensorial.

 

Aunque la sinestesia es una condición neurológica presente en un pequeño porcentaje de la población, podemos entrenar nuestra mente para asociar sentidos y mejorar nuestra percepción sensorial, como si estuviéramos “simulando” la sinestesia.

 

Imagina poder ver colores cuando escuchas música o incluso probar los colores.

 

Las personas con sinestesia tienen una capacidad asociativa increíble, lo que les permite memorizar de manera más efectiva. Investigaciones han demostrado que las asociaciones sensoriales no solo enriquecen nuestra percepción del sabor, sino que también facilitan el aprendizaje y la memorización.

 

La clave: entrenar tu memoria sensorial

Entrenar tu memoria sensorial es clave para entender mejor las experiencias, ya sea en el café o en cualquier otro aspecto de la vida.

 

Este enfoque no solo transforma cómo percibimos el café, sino también cómo conectamos con el mundo a través de nuestros sentidos.

 

Te invito a explorar tus sentidos: asocia colores, formas, texturas, música, días de la semana, ¡lo que se te ocurra! Las posibilidades son infinitas.

 

¿Qué dices? ¿Lo intentas?

 

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